-Valentina.
-Qué.
-Tengo hambre.
-Búsquese usted mismo la comida.
-No puedo...
-Pues yo no tengo por qué hacerlo por usted.
-Valentina, por favor. Me muero de hambre.
-Ay, bueno, ya. Qué quiere que le traiga.
-Lo que sea, pero pronto...
-Valentina.
-Qué.
-¿Esto cómo se llama?
-Pan.
-¡Está delicioso!
-Qué bueno que le guste.
-¿Por qué?
-Porque debido a la escasez será lo único que comeremos.
-Valentina.
-Qué.
-¿Cómo era de donde vengo?-Azul... todo muy bonito. Era pequeño y acogedor.
-¿Cómo el cielo que me cuentas?
-Más o menos...
-Oiga, Arturo.
-Dime.
-¿Usted me quiere?
-Claro que sí.
-¿Le gusto?
-Sí.
-¿Usted se casaría conmigo?
-No veo por qué no lo haría.
-Entonces... ¿es un sí?
-See.
-Ay, déjeme abrazarlo...
-Valentina.
-Qué.
-Eres muy hermosa.
-Ay, no diga esas vainas...
-Pero es la verdad.
-Arturo...
-Dime.
-Usted me gusta mucho.
-Pues somos los únicos que estamos aquí encerrados.
-A mí no me importa eso. Usted me gusta.
-Tú a mí también.
-¿Siempre va a estar conmigo?
-No lo dudes. No saldremos de aquí en mucho tiempo.
-Valentina...
-Dígame...
-Dame la mano.
-¿Por qué? ¿Qué le preocupa?
-Siempre nos tomamos de las manos cuando alguien viene. Dámela.
-Bueno, bueno, está bien. Pero, ¿cual es el peligro? ¿Por qué me aprieta tan fuerte?
-No lo sé. Deben de ser los nervios. Mira, ahí viene alguien...
-Arturo, ¿por qué nos mirará así?
-No tengo idea... pero se ve raro.
-A mí me da como miedo...
-¡Valentina! ¡No me suelte!
-Pero Arturo, qué es lo que...
Pum.
-¡Mami!
-¿Qué fue, mi amor? ¿Por qué tanto escándalo?
-Mira, mira. Esa cosa se partió...
-¿Pero qué fue lo que pasó con la pecera?
-Es que pensé que era un balón... y lo pateé.
jajajaaaa EXCELENTE!!!. El final es genial.
ResponderBorrarmi hermana tu estas tostada....
ResponderBorrar