“Todavía me contemplo, asombrada de estar viva”.
Alejandra Pizarnik.
Estaba pensando, ¿qué dolerá menos? Abrirse las venas suena como bastante trabajo, y bastante lento, además. Una cuerda en el cuello tampoco me convence, aparte de que ni siquiera usando todos los cordones de los zapatos de la casa bastarían para hacer una horca.
Creo que las pastillas en cantidades industriales sería la mejor opción. Digo, ya he soportado dolores de estómago antes. Y, bueno, se supone que uno se duerme durante todo el rato.
No sé. Me gusta dormir, y la idea de no despertar jamás me genera curiosidad.
Vamos a ver.
Si muriera en este momento...
- dormiría para siempre
- no tendría que trabajar o ganar dinero
- no tendría que lidiar con responsabilidades ni pagar deudas
- dejaría de ser una carga para mi familia
- no tendría que lidiar con el machismo, la injusticia o la infidelidad
- no tendría que soportar el abandono de los que amo
- no sufriría más de estreñimiento
- no sufriría más por el maldito acné
- dejaría de pensar
- dejaría de sentirme decepcionando a todo el mundo (bueno, dejaría de sentirlo todo: dolor, ansiedad, miedo, culpa...)
- no tendría que hacer ejercicio
- tal vez por fin alguien quiera estar conmigo en una relación estable, siendo un cadáver
- alimentaría a muchas familias de gusanos hambrientos
- por fin adelgazaría
Pero...
- le haría daño a mi familia y a mis amigos
- moriría virgen
- no podría contar mis historias
- no podría escuchar más música
- no podría leer más libros
- no podría ver más atardeceres
- no tendría internet (¡!)
- no podría ver más memes (¡¡¡!!!)
- no podría ir a playa (aunque, si me cremaran, pediría que botaran mis cenizas en el mar y, bueno, estaría en la playa, like forEVER).
- se perdería el implante Carina tan hijueputamente caro que me pusieron
*suspiro*
No hay comentarios.:
Publicar un comentario