miércoles, 22 de abril de 2020

si Jeffrey Dean Morgan llega a estornudarme alguna vez, se lo agradecería.


el diseño gráfico, mi pasión.


we are blessed, indeed.


Hoy está de cumpleaños Jeffrey Dean Morgan. Cincuenta y cuatro bellos años.

El vale suele interpretar personajes malos cuando en verdad es el ser humano, después de mi mamá, más amable y dulce que he conocido. Llora cuando habla de sus hijos, se tatuó el nombre de una perrita suya que adoró, tiene una granja en la que ha adoptado a más de una veintena de animales, su risa es increíblemente contagiosa... ugh. Un pancito relleno de bocadillo y amor, eso es lo que ese man es. Un gran padre y esposo, amante de los animales, granjero… ¿cómo odiar a un vaquero malhablado que preferiría tomar un baño de mantequilla de maní que correr desnudo por Times Square porque es tímido?

Yo amo a ese man, marica. Y lo admiro. Solo ver sus fotos hace que sonría como una idiota. Cada vez que lo veo, en videos, fotos o películas, no puedo dejar de mirarlo. Literal, tengo que ver sus películas mil veces porque esos hermosos hoyuelos en las mejillas barbadas me distraen.

Jeffrey, mijo, eres mi sueño. Eres mi motivación, el antidepresivo perfecto. No sabes que existo, pero me alegro y estoy eternamente agradecida de que hayas entrado a mi vida (imaginaria, por lo menos).

Dios bendiga la tuerca del tornillo del rin de la llanta del camión que trajo el cemento donde te pares siempre. Dios bendiga el útero de tu madre y Dios guarde esa sonrisa tan bella, nojodaaaaa. Te amo de Mamatoco a Gaira en buseta de Avenida de los Estudiantes.

Feliz cumpleaños.
Feliz vida.
Gracias por existir.

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