martes, 1 de marzo de 2011

Cartas a Baudelaire. Parte Dos.

Hola ¿qué tal?, soy el chico de las poesías...
Improvisando, de nuevo, sí. Lo sé. Deben de estar cansados de esto, pero bueno, la vida es pura improvisación, señores. Hay que admitirlo. ¿Cuántas veces no conocimos a alguien por pura improvisación de conversaciones? ¿Cuántas veces no leímos un autor por simple improvisación de pensamientos...? Peor aún, ¿cuántas veces no nos hemos echado pedos por la mera improvisación de cagar?
Baudelaire, Baudelaire... si me preguntan, no he leído a ese tipo. Lo único que sé de Baudelaire es que su apellido rima con Bel-Air, el barrio del Príncipe del Rap.
Toda esta improvisación es para él, para el loco de Baudelaire... y si me hala la pata ya no será porque lo insulté sino porque lo alabé. Amén a eso, joder...
Oye, tú, la que está ahí. Choca esos cinco, bomboncito... carajo, tócame al menos, vamos... tócame con esas manitas de melocotón... de melocotón postiiiiizo...
What on earth was that? Por el cordero de Dios que no tengo idea.
Debo irme de aquí rápido, pues a Garbanzo se le acabó la purina.
Hombre, ¿leyeron la entrada anterior? No sabía que Poe había muerto un domingo...
Sigan leyendo, sigan escribiendo, que para algo tiene que servir el procesador de texto...
El Word de los animadores 3D y de los comediantes stand up debe de estar oxidado, ¿no? ¿Nunca se lo han preguntado? Verán, es que no puedo evitarlo. No puedo evitar hacerme preguntas enormemente estúpidas.
Bueno, ya está, men; debo dormir. Se me acabó la inspiración. See ya tomorritow (saludos al dueño de esto, a quien no recuerdo).
Negrooooo, don't forget al neeeegroooo..., beeeeeliiieeeeeveeee que puede ser un tomorrow mejor....!!

1 comentario: