Estaba en un parque. Había mucha gente ahí conmigo. Estábamos preocupados, asustados por algo que no entendíamos. Todo lo veía borroso, como viendo a través de lentes empañados. Después caminamos hasta una fuente, y ahí sentimos un ruido como de avión aterrizando. Entonces miramos al cielo y vimos una especie de luz muy fuerte, proveniente de lo que parecía una gigantesca linterna apuntando hacia nosotros. De pronto una voz profunda y siniestra comenzó a gritar algo inentendible. Nosotros en la tierra nos miramos confundidos. Solo nos dio tiempo de cerrar fuertemente los ojos antes de que nos pulverizara con ella. Escuché a una voz decir "Dragones de leche" antes de que todo se volviese negro.
En la siguiente escena aparecí transformada en lo que parecía alguna especie de bebé. A mi lado, estaba otro. Pero… ¿cómo explicarlo? No éramos humanos. Nuestra piel era de un color nauseabundo, como verde moco, todo viscoso. Su sabor era salado al introducir el dedo en mi boca. No sé por qué, pero sentí todos mis dientes, pero estaban muy sensibles, débiles. El sueño terminó con el llanto de mi vecino. Sus lágrimas eran color azul aguamarina.
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