Soñé que estaba en un sitio amplio, algo así como un edificio blanco con muchas ventanas, todo bien iluminado. Todo estaba en calma, hasta que, de pronto, un ruido comenzó a inundar la atmósfera, creciendo gradualmente hasta hacerse ensordecedor. Un ruido horrible, blanco.
Se volvió de pronto tan insoportable que tuve que salir corriendo.
Ya en la calle miraba a mi alrededor y nadie parecía molesto por eso. Recuerdo que ni siquiera podía ponerme de pie. Veía borroso, vibraba toda. Me palpitaba el corazón en las sienes. No importó lo mucho que corrí o lo lejos que huyera, el infernal ruido me perseguía, escarbando en mis tímpanos sin piedad. Justo en el momento en que desperté me había quedado completamente sorda, escuchando nada más un silbido en ambos oídos.
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