sábado, 21 de abril de 2018

Eché una mirada al pasado simplemente: prefacio


A Inés que siempre me insistió con este asunto de escribir libros 
A mi mamá y papá que me apoyaron en esto… 
Y al pasado que algunos, no todos, dejamos atrás.


PREFACIO

Yo, Yoko Hakariyama, de diecinueve años cumplidos, me dirijo a ustedes, señores aquí presentes, con el fin de que me presten atención a este relato que en verdad me sucedió y que quiero en verdad compartirlo con ustedes. 

En este tiempo quisiera que me regalaran minutos, bueno, más bien horas de su preciado tiempo para que me escucharan este desahogo que tengo preparado para ustedes, buenos hombres del Japón medieval. 



También quiero decirles que de ahora en adelante me dirigiré a ustedes como señores, a lo largo de este relato de la vida real, prácticamente como una novela sensacionalista. 

También quería contarles que a pesar de que aquí no cuento mis más grandes secretos, no quisiera tampoco contárselos aquí en este espacio corto en el que tengo que hablarles, señores, no significa que vaya a dejarlos con intrigas, para nada. 

Bien, lo único que me queda ahora es la esperanza…, de que ÉL algún día se olvide por completo de su difunta enamorada y que nazca un nuevo amor en él hacia mí. Eso me llenaría de felicidad, sinceramente…, sería como un sueño hecho realidad, casarme con él… 

Bueno ya basta de tanta palabrería, más bien voy a empezar a contar mi atropellado relato, señores. Espero les sea de su agrado… 




Atentamente,

Yoko Hakariyama




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