jueves, 24 de junio de 2021

La esquizofrenia de Dios


 Ya fue. Está decidido. Voy a dedicarme a mi arte. A mi arte y a nada más. Punto. Quiero comprometerme con mi arte, casarme con mi arte… Vivir con mi arte hasta que la muerte nos separe. Y no hacer nada más. Estoy cansada, exhausta… estoy agotada de posponer mi arte. ¡De posponer mi propia vida! Y no, ya no. Ya no más. Final, final, no va más.

Es que… el deseo de crear se me ha vuelto físico, me da frío, me da ganas de vomitar. Mi cuerpo literalmente me está impidiendo que haga cualquier otra cosa que no sea arte. Mi arte. Y no, ya no puedo seguir ignorando este… fuego, esto que me está carcomiendo por dentro.

Ay, bueno, sí, sí, ya. Me voy a morir. Sí, mañana voy a morir. Pero moriré para renacer en alguien más comprometido. Más… artista. Más yo.

Bueno, pero… ¿y quién soy yo?

Tengo una mente abultada, agitada, semi-esquizofrénica que exige algo que mi cuerpo se rehúsa a dar.

Soy Homero, un anónimo.
Soy Borges, un escritor.
Soy Cornelio Agrippa
Soy héroe.
Soy filósofo.
Soy demonio.
Y soy mundo.
Soy Dios.
Soy todo y no soy nada.

¿Quién soy yo? Insisto. "¡Soy artista!", gritó la mota de polvo.

Casi me parece escuchar a Dios: ajá, ¿y ahora qué?



***
Me inventé un podcast. Escúchame, heyyy

No hay comentarios.:

Publicar un comentario